jueves, 11 de febrero de 2016

Mi historia con las TIC

¡Hola lectores y lectoras! 

Yo soy Héctor, un joven de apenas 18 años estudiante del Grado en Educación Primaria. Cómo se suele decir, para todo en esta vida hay una primera vez, y aquí está mi primera ocasión en la que escribo una entrada en un blog. Sí, estas palabras suenan totalmente atípicas al ser escritas por un “nativo digital”, pero la verdadera historia es la que os voy a contar a continuación.

Mi relación con las TIC empezó a los 7 años, cuando por primera vez tocaba un ordenador en la asignatura de Informática. Por aquel entonces mi única preocupación era divertirme enfrente de la pantalla, tanto con videojuegos educativos como “Gartu”, como con videojuegos no tan educativos como “Tarzán”. El caso es que le cogí gustillo a manejar el ratón, y al año siguiente, decidí escoger Informática como actividad extraescolar, lo cual incrementaba el tiempo que yo pasaba con la CPU y sus inseparables compañeros. Aunque parezca mentira, en un año cambian mucho las cosas, pues ahora mi principal objetivo era copiar, cortar y pegar archivos, sin olvidar la correcta posición de los dedos al desplazarse por el teclado, lo cual era una ardua y difícil tarea por aquel entonces. Continué un año más ocupando mi tiempo libre con el ordenador, llegando incluso a crear un archivo de Word, sin duda uno de mis mayores logros!  


Desgraciadamente, perdería el contacto con toda tecnología hasta los 11 años, cuando el día de mi cumpleaños me despertaron felicitándome con un magnífico teléfono móvil. Sí, era el único e inigualable Vodafone McLaren Mercedes, la bala plateada de los teléfonos de la primera década del siglo XXI, con su cubierta desplegable que dejaba a la vista unas teclas de las que resaltaba su borde de color rojo. Este teléfono me acompañaría en varias de mis mejores experiencias, duro como una roca, después de golpes y más golpes, solamente los avances tecnológicos de otros móviles hicieron que nos separarán, pero todavía lo conservo en su envoltorio original, será una de las reliquias que formarán parte de mi herencia.




Mi experiencia con las TIC continúa con mi entrada en la Educación Secundaria, cuando mis abuelos me regalaron mi primer, y hasta el momento único, ordenador portátil. Este sería también el primer ordenador que entraba por la puerta de mi casa, sin conexión a internet, mi principal motor de búsqueda era Encarta, con lo cual la utilidad del aparato electrónico era más bien nula. Sin embargo, no tardó mucho en llegar a mi casa la conexión a internet, y con ella, por fin entendí que el ordenador portátil servía para algo más que para acumular polvo. Hasta este momento, dicho ordenador permanece a mi lado, fiel a mi persona a pesar de sus problemas de carga de energía y respiración, pues al igual que su dueño, tiene ocasionales episodios asmáticos en los cuales aumenta su ritmo cardíaco, problema que parece haberse paliado tras la instalación de Windows 10, lo cual ha mejorado notablemente sus capacidades y aumentado su esperanza de vida.


Y así, llego hasta el día de hoy, donde las TIC se han convertido en mi gran compañía en todo momento, incluídas las aburridas y solitarias tardes de domingo, pues rodeado de mi tercer teléfono móvil con sistema Android, mi tablet, mi Play Station 3 y mi renqueante ordenador portátil, se hace mucho más ameno todo espacio temporal. De esta forma, las nuevas tecnologías han pasado a constituir una gran parte de mi vida social, personal y sentimental.


Esto ha sido todo por hoy, espero que os haya gustado, y que hayáis pasado un buen rato leyendo esta primera entrada. Próximamente más, y espero que mucho mejor, un saludo compañer@s!

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